Al igual que los seres humanos, las organizaciones: nacen, crecen, se desarrollan y luego mueren. Una buena gestión empresarial no trata de hacer inmortal una empresa, sino prolongar su existencia hasta donde sea posible. En una concepción más actual, existe la oportunidad de dilatar la vida de las organizaciones empleando estrategias y el uso de nuevas tecnologías para ser más competitivos, si somos capaces de eso podremos iniciar un nuevo ciclo, una especie de renacimiento o reinvención organizacional.