Mejora de la logística empresarial a través de un WMS
Por Pedro Soto, Directo Regional de Consultoría en Grupo Softland.
Para comprender mejor la importancia de un WMS en una empresa de logística o que tiene un fuerte manejo del inventario, es importante entender qué es este sistema y, posteriormente, definir para qué sirve.
Un WMS es un sistema de gestión de almacenes (o Warehouse Management System, por sus siglas en inglés) que da soporte a las operaciones diarias de un almacén, de forma detallada y bien controlada. Este sistema permite, de forma centralizada, la adecuada administración de, por ejemplo, el manejo de existencias en tiempo real, ubicaciones o localizaciones y lotes. Dependiendo de la complejidad del manejo del inventario que se quiera, sean pocas o muchas bodegas, la administración de un WMS puede requerir personal especializado y dedicado que utilice sistemas de radiofrecuencia (RFID) o hasta reconocimiento de voz.
Para poder determinar si una empresa requiere un WMS y qué tipo, considerando que hay múltiples oferentes con precios muy diferentes, se deben considerar varios elementos para optar por esta inversión. No hay que perder de vista que un sistema de este tipo requiere, desde el más sencillo, tanto una inversión en software como en hardware, personal que realmente explote la información y le dé continuidad y mantenimiento para garantizar el retorno de la inversión (ROI).
Se puede encontrar diferentes expectativas o necesidades que pretenden ser resueltas o mejoradas con un WMS, entre ellas: reducción del inventario, reducción de costos asociados al manejo, eficiencia en el almacenamiento y, por lo tanto, incremento en la capacidad de almacenaje, mejor exactitud en el inventario.
En mi experiencia, cualquier sistema, conjunto de aplicaciones o software de gestión, bien implementado y utilizado, redundará en una mejor experiencia del cliente. Si bien todo este tipo de inversiones se enfocan en mejorar la productividad de las empresas, ser más eficientes y rentables, lo primordial será impactar positivamente al cliente de modo que no necesite otros proveedores.
Tomando como base los procesos que incluye un WMS, podemos resumirlos en 5 principales:
- La principal función es tener un control exacto y puntual del inventario, a nivel de las existencias y su ubicación. ¿Cómo se dará satisfacción a un cliente si no se sabe a ciencia cierta si hay o no disponible?
- Debe ser en tiempo real, para poder tomar decisiones adecuadamente en las diferentes localidades, viendo el inventario local y global. Al cliente se debe informar si se tiene en el momento para poder despacharlo y satisfacer la necesidad.
- Trazabilidad de los productos y procesos dentro de los diferentes almacenes. Para poder asegurarle al cliente disponibilidad, se debe saber dónde están los productos y en tiempo real.
- Planificación de los recursos, tanto del personal relacionado como de los equipos para brindar un adecuado soporte a la operación y, por lo tanto, trasladar satisfacción a los clientes.
- Facilitar la información necesaria, en tiempo real, para la oportuna toma de decisiones. Aquí es donde la empresa debe tener un software de gestión empresarial (ERP) para poder soportar todas las transacciones de manera confiable y sobre el cual se puedan tomar las decisiones necesarias, basadas en indicadores claves de gestión, para tener un inventario actualizado y confiable.
Considerando todo lo anterior, para aquellas empresas que sí requieran un manejo muy detallado de sus inventarios, conocer en tiempo real la ubicación y existencias de sus artículos, mantener un ágil esquema de alisto, despacho y hasta de devoluciones, sin duda requiere un WMS. La inversión dependerá del nivel de complejidad de sus almacenes y qué tanto quiere fidelizar a sus clientes pues, al final, son quienes justificarán cualquier inversión en este tipo de tecnología.
No cabe duda de que soluciones como Softland ERP, de la mano con un WMS, pueden brindar total confianza en la gestión detallada de un almacén, un ERP que tiene más de 35 años de experiencia siempre bajo la filosofía de pensar en global y actuar en local con un claro enfoque en mejorar la experiencia al cliente.