Flexibilidad y agilidad de los negocios en la nube
Por Gonzalo Sandstad Castro
Director Regional Ventas Latinoamérica Norte Softland
De acuerdo con una encuesta realizada por Experian, entre enero y febrero del 2021 a 3 000 consumidores y a 900 negocios en 10 países, la mayoría de los entrevistados afirmaban que durante la pandemia aumentaron su actividad On Line y un 38% esperaba seguir aumentándola durante los próximos 12 meses. En septiembre del 2020 la IDC publicó un estudio señalando que en el segundo trimestre de ese año y por primera vez en la historia la inversión ser servicios de computación en la nube sobrepasaron los realizados en infraestructura tradicional.
Estos son solo dos de múltiples estudios que comprueban lo que la mayoría hemos vivido el último año. La pandemia ocasionada por el Covid 19 ha dado un impulso significativo a la adopción de tecnologías digitales basadas en la nube y en este momento todo parece indicar que estamos en un punto sin retorno hacia esa tendencia.
Ante esta coyuntura creemos oportuno repasar las ventajas que ofrece la computación en la nube, varias de las cuales han sido particularmente notorias en estos meses de medidas sanitarias.
Acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento
La disponibilidad y acceso global son dos características propias de los sistemas en la nube que han sido clave en estos meses, pero cuya utilidad se mantendrá vigente después de la pandemia.
La Organización Mundial del Trabajo publicó en 2020 una guía que da cuenta del alto porcentaje de empleadores e instituciones alrededor del mundo que seguirán manteniendo esquemas de teletrabajo aún cuando sea superada la actual pandemia. Los sistemas en la nube habilitan esa posibilidad por sus bajos costos contra la inversión que significaría para estas empresas crear o habilitar centros de computo propios con los accesos y la seguridad adecuada para el uso de los sistemas desde diferentes lugares en distintos horarios.
Pagar por el uso y elasticidad
Este es un concepto al cual ya estamos muy habituados. Desde el agua y la electricidad hasta el consumo de contenidos de música, películas y series, ya es parte de nuestra vida diaria pagar suscripción por lo que usamos de forma mensual y cancelar o reducir el consumo cuando corresponde.
Este concepto cada vez abarca más elementos y la computación en la nube es un claro ejemplo. Podemos establecer cuántos usuarios, cuánto almacenamiento o qué volumen de transacciones requerimos del sistema que estamos contratando y aumentar o disminuir esa cantidad (y la inversión asociada) según nuestras necesidades de una forma muy rápida (a la capacidad de aumentar o disminuir lo contratado en Cloud se le llama en la industria elasticidad).
Integración
Una de las preocupaciones recurrentes entre las personas que van a iniciar el uso de sistemas en la nube es cómo realizar la integración entre diferentes sistemas que están en ‘diferentes’ nubes o entre los sistemas en la nube y las aplicaciones locales. En los últimos años los mecanismos de integración se han modernizado y brindan una flexibilidad enormemente. Hoy es posible, desde una aplicación local de una hoja electrónica, conectarse a información que está en la nube o conectar dos sistemas en la nube con relativa facilidad, utilizando estándares que son comunes en la mayoría de las plataformas
Preocupaciones
Entiendo que hay preocupaciones genuinas de muchas personas para pasar de sistemas on premise (instalados en equipos que están en las oficinas) a modelos en la nube. La seguridad informática y la estabilidad de los servicios de Internet son dos muy válidos y que hay que considerar de forma seria y atender con medidas claras. Sin embargo, estas preocupaciones tienen alternativas de manejo que las hacen totalmente superables y que vale la pena afrontar para aprovechar las ventajas de la computación en la nube.