Blockchain más allá de las criptomonedas
Por Hubert Arias
Director Softland Costa Rica y República Dominicana
Al crearse la criptomoneda Bitcoin, en el 2009, se marcó un hito en el mundo tecnológico, con la aparición del blockchain.
Pero, ¿qué es el blockchain? Es una base de datos compartida, que funciona como libro para el registro de operaciones tanto de compra como de venta. Al utilizar claves criptográficas y estar distribuido por muchas computadoras, ofrece un gran número de ventajas ante posibles manipulaciones y fraudes.
Otra definición indica que, en esencia, se trata de la codificación de información a través de bloques que se comparten en cadena a miles de usuarios, donde todos reciben la misma información; todos pueden escribir, pero difícilmente podrían modificar o borrar los datos, puesto que tendrían que convencer a más de la mitad de los codificadores anónimos para alterar información
Se considera que su principal ventaja es que ofrece una absoluta seguridad y transparencia, ya que la propia colectividad es la que se encarga de proteger todos los datos que contiene.
Especialistas aseguran que se trata de una de las mayores revoluciones tecnológicas de los últimos años, ya que va a agilizar muchas operaciones y cuentan con la principal ventaja de que estamos trabajando con un sistema que está descentralizado.
Hay varios ejemplos del uso de blockchain, que van más allá de las criptomonedas, entre ellos:
- El portal online chino JD.com, que lo utiliza para almacenar información de toda la cadena productiva de los alimentos que oferta.
- La firma de joyería De Beers, que consiguió elaborar un historial de cada una de sus gemas, desde el momento de la extracción hasta el momento del comercio. Esto les permite ofrecer a sus usuarios un control mucho más exhaustivo, así como la mejora de transparencia del proceso de recolección.
- El gobierno de Georgia recurrió a esta tecnología para el registro y la validación de operaciones de compra y venta de tierras y propiedades.
- Franquicias de comida rápida de Estados Unidos, como Hotters y Little Burguer, aumentaron su valor un 50%, desde el momento que empezaron a trabajar con blockchain.
Gracias a esta tecnología es que nacen los smart contracts. Un smart contract es una pieza de código que se ejecuta sobre una plataforma. A estos programas se les conoce como contratos inteligentes, porque son capaces de facilitar, ejecutar y hacer cumplir una lógica de negocio predefinida y conocida por todas las partes que participan en el proceso. La red blockchain otorga la capa de confianza distribuida, asegurando que las condiciones establecidas en el contrato son ejecutadas de manera objetiva por todos los nodos de la red, sin que nadie pueda alterar su funcionamiento.
Por ejemplo, un diseñador freelance trabaja para una empresa que le encargó un nuevo logotipo. A través de un contrato inteligente (smart contract), la empresa paga a la cadena de bloques el monto requerido; cuando el profesionista libera la versión aprobada y editable del trabajo encargado, el contrato se paga automáticamente. Esto podría darse de forma automática y sin depender de gestiones de terceros, como bancos o entidades financieras, quienes además suelen cobrar comisiones altas o bien, poner sus propias condiciones para ejecutar contratos.
Pero no sólo eso. Una persona podría tener todo su historial clínico codificado en blockchain y dar acceso sólo a ciertos documentos a médicos, empleadores o a cualquier otra persona.
En el caso del gobierno abierto, a través del blockchain se podrían transparentar recursos, licitaciones y proveedores de una manera automatizada, con lo que se cumpliría cabalmente con los requerimientos de transparencia que necesita todo gobierno democrático.
La creación de plataformas de intercambio de información totalmente descentralizadas y flexibles, que permitan transparentar recursos y al mismo tiempo, ser altamente confiables y seguras, será una de las necesidades principales de gobiernos y empresas en los próximos años.