Hasta entonces, los equipos de RRHH han sido un apéndice del departamento contable dedicado a gestionar las nóminas y todo el papeleo que suponen las altas y bajas, los pagos al sistema de pensiones, las retenciones para el fisco, las mutualidades médicas y la formación, aumentando con otras cargas de trabajo como la gestión de las vacaciones y prorrateo de pagos extra, las promociones y ascensos, la movilidad laboral, entre muchos otros. Una función meramente administrativa.