COVID19 y su impacto en el Ecommerce en Latinoamérica
Por Carlos Gaviria
Director General Softland Colombia
La pandemia del COVID19 será recordada por sus terribles consecuencias, desde las más duras y tristes hasta los nefastos impactos en la economía mundial. Sin embargo, para un sector específico de la economía, la actual pandemia generó un crecimiento absolutamente inimaginable. Se trata del Ecommerce en todas sus representaciones, desde las ventas a través de un sitio web hasta las ventas de los Marketplaces a través del Mcommerce (comercio móvil).
Hace menos de 2 años (nov 2019), según eMarketer, la proyección de crecimiento del Ecommerce en Latinoamérica para el año 2020 estaba en 12.5% y el crecimiento real durante ese mismo año fue de 63.3%. ¡Esto es 5 veces mayor a la estimación realizada antes de la pandemia!
Tanto los cierres de puntos de venta físicos, como las cuarentenas obligatorias establecidas por los diferentes gobiernos tuvieron un impacto negativo en las ventas totales del retail en Latinoamérica. Se espera que en el 2023 las ventas totales de retail en Latinoamérica vuelvan a los niveles de prepandemia.
Sin embargo, esas mismas razones (cuarentenas y cierres de tiendas físicas) generaron las condiciones perfectas para un boom en el Ecommerce. Por primera vez, en el 2020, las ventas totales de Ecommerce en Latinoamérica superaron los $100 US billones con un espectacular crecimiento de 63.3% frente al año anterior.
Y es que la pandemia, dentro de la crisis que generó, llegó incluso a cambiar los hábitos de compra de una gran parte de la población en Latinoamérica. El 2020 fue un año récord para el crecimiento de compradores digitales. Tan solo durante este año 38 millones de personas realizaron por primera vez una compra a través de Ecommerce, esto es equivalente a la población de un país mediano de la región. Durante este 2021 el total de compradores digitales de la región será de 248.7 millones, casi la mitad del total de la población de Latinoamérica de 14 años en adelante.
Durante este año y dentro de esa misma población, la mitad de las compras de Ecommerce serán realizadas a través del teléfono móvil, lo que corresponde a un 48.8%, fortaleciendo la consolidación del Mcommerce que se viene dando desde el 2016.
Durante el 2020 la participación del Ecommerce dentro del total de ventas de retail casi se duplicó llegando a 9%. ¡Lo que se esperaba sucediera en el transcurso de 3 años (2019 – 2022), ocurrió en el 2020!
La explosión en el crecimiento de Ecommerce en Latinoamérica durante el 2020 posicionó a la región como la de mayor crecimiento a nivel mundial y continuará en la 1era posición durante el 2021 para luego ceder la primera posición en el 2022 a Medio Oriente y África.
El Mcommerce se benefició por el mayor número de tiempo que pasan las personas en su teléfono móvil. Por primera vez, para el próximo año más de la mitad (51.1%) de las ventas de retail a través de Ecommerce llegarán a través de un dispositivo móvil. El Mcommerce representará un mercado de $75.65 US billones para la región.
Brasil, México y Argentina siguen siendo los mercados más grandes de Ecommerce dentro de la región y por su parte Mercado Libre es el retail dentro de la región que más se benefició con este cambio en el habito de consumo, con ventas esperadas superiores a $25 US billones al finalizar el 2021.
Y aunque poco a poco comencemos a vivir dentro de la nueva normalidad, con puntos de venta físicos abiertos y funcionando, el Ecommerce permanecerá como una parte integral dentro de la vida del consumidor, bien sea a través de un Marketplace, del website de un retailer, de social media, o de un seller en un país extranjero.
Habiendo transcurrido ya cerca de 17 meses de pandemia y sin tener un panorama claro de lo que pueda traernos el 2022, de algo podemos estar absolutamente seguros: la aceleración en el crecimiento del Ecommerce en Latinoamérica durante el 2020 hace que se convierta en uno de los pocos sectores con crecimiento de doble dígito dentro de la economía, el cual irá adquiriendo mayor peso en el transcurso de los próximos años, con lo cual se hace aún más relevante “subirse en la ola” y participar de este negocio.